Culminamos todas las chicas un montón de tardes de ensayos ahí delante del Palau Baltà que comenzamos a principios de julio, todos los martes y jueves, de ocho a nueve de la tarde.
Ayer por la tarde, a las cuatro, comencé a vestirme y prepararme.
Ya tenía toda la ropa del año pasado: la redecilla, la falda, la blusa (que aún me viene bien, porque estoy más alta pero me he afinado), el colgante...
Con tanto ensayo, se me rompieron las que tenía del año pasado y, además, ya me quedaban un poco pequeñas. Me hubiera tenido que comprar otras porque, como me dijeron los monitores, me iban a salir llagas con las viejas.
La cosa es que le dije a Fredy hará como un mes que me tenía que comprar unas espardenyes nuevas, y Fredy me dijo que bueno, que ya iríamos a la espandenyería cuando faltasen dos días para la actuación.
Y pues sí...el jueves pasado salimos a buscar las espardenyes y...¡¡ayyyyy!!! Estaba cerrada la espardenyería: ¡¡¡CATÁSTROFE!!! porque por la fiesta iba todo a estar cerrado como mínimo hasta el lunes (porque además hay muchas tiendas aquí que cierran por vacaciones hasta pasado el día de la Diada).
A ver cómo lo resolvíamos. Yo necesitaba las espardenyes sí o sí o sí o sí asi que...¡¡a ver qué hacíamos!!
Tras varios googleos y telefonazos al final encontramos la solución: una superespardenyería en Igualada donde tenían exactamente el modelo y mi talla. El viernes por la tarde nos fuimos Fredy y yo para allá, y regresamos además con unas zapatillas tipo converse para mí y unas zapatillas así tipo orientales para la Gom.
Perfectísimo. Ahí me calcé ayer mis espardenyes al final, después de ponerme todo: mi falda, redecillas, blusa, delantal...
Y a las cuatro y media, puntuales (bueno cuatro y treinta y ocho) estábamos en la Font dels Alls encontrando a todas las chicas.
Josep, el padre de Àgata, nos hizo nuestra habitual foto familiar... :-)
Hicimos nuestro recorrido.
Por suerte, con esta bajada de temperaturas no pasamos el calorazo del año pasado. No hubo necesidad de abanicarnos porque estábamos a punto de deshidratarnos. :-)
Después de acabar el recorrido en el entarimado de la Plaça de la Vila tuvimos nuestra merendola-recompensa: un zumo y, este año, unas madalenas oficiales de la Festa Major :-)
La verdad es que el zumo (de fresa y coco) no me gustó demasiado, y se lo ofrecí a Fredy y a Marc, a ver si a ellos les gustaba. Y, como cada año me pasa, al final, la merienda se me la acaban zampando porque Fredy se me comió una de las dos madalenas. ¡¡Y eso que la que estaba destrozada después de dos horas larguísimas de baile y saltos era yo!!!!
Vaya cara, ese par de dos...comiéndose mi merienda ;-)
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