Voy a atender porque creo que es Selma.
Pero no es Selma. Alguien pregunta si ahí vivo yo, le contesto que sí y le abro. Es un mensajero.
El mensajero sube.
Me da un paquete más bien pequeño.
Firmo en la pantalla de ese aparatito que llevan.
Las primeras inspecciones al paquetito revelan que viene de lejos... ;-)
Lo abro...
El Francis mete la cabecilla a ver qué descubre y se pone a jugar con unas bolitas como de forespán que protegen lo que viene dentro de la caja.
Aparecen unos papeles.
El remitente es éste... Una perfumería en California. :-)
Y viene una notita que desvela de parte de quién viene el paquete...
¡¡La Tía Conchi!!
Que me ha enviado...
¡¡ESTO!!! ¡¡¡Esto que estaba soñando tener!!!
¡¡¡La Navidad ha sido perfecta!!!
¡La vida ahora tiene un perfume más hermoso para mí gracias a estos muchachos y a la Tía Conchi! ;-D
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