¡Qué guay! Eso es lo que nos ha dicho un chico que conocemos y que saludamos siempre, y al que hemos encontrado esta mañana cuando hemos salido temprano. Estaba cayendo una nevada buenísima. Tenía toda la razón: ¡¡qué guay!! y nos hemos sonreído los tres.
Menuda sorpresa al despertar hoy y ver que estaba nevando, y ya había nieve cuajada en la calle.
El Francis estaba impresionadísimo. Se ha puesto enseguida al lado de la ventana, a contemplar y también a tratar de pillar algún copo con sus patitas desde detrás del cristal.
Con este tiempo la Gom no podía salir a correr, pero me ha dicho que me acompañaba hasta el instituto para ver cómo estaban las calles y acercarse al campo para hacer algunas fotos.
Nevaba a mogollones y costaba avanzar pero la verdad es que estaba genial, todo tan blanco y tan bonito.
Llego al instituto, me lo encuentro cerrado. Llamo, sale el conserje y me informa de que...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Nieve y día sin clase!!!!!!
¿Se puede pedir algo más? :-)
Si ya lo ha dicho nuestro amigo. ¡¡Qué guay!!!
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