
La semana anterior habíamos estado en Chicago, donde nos pilló una nevada enorme, pero no nos importó y nos pasamos un montón de rato paseando y viendo la ciudad.

Ahí estamos unos días antes, en el día siguiente a Thanksgiving, que nos fuimos a pasear por todas partes y la Tía Conchi me compró un pajarraco de peluche de color fucsia en una juguetería gigante que a mí me hacía reir un montón!! Lo tengo encima de mi cama.

New York me está esperando, me dice la Tía Conchi.
Yo tengo decidido que voy a volver otra vez cuando tenga quince años, para pasar todo el verano de intern en el museo...en el exclusivísimo puesto de mano derecha de The Directress.
1 comentario:
Jo, Martina, cómo mola!
Me encantaría volver a NY y comerme esas magdalenas gigantes rellenas de chocolate...
Besotes guapetona!
... Ya falta menos para el día D!...
Publicar un comentario