Fue genial porque estuvimos de viajes a la orilla del mar.
Bueno, el sábado yo no estuve, porque como teníamos la rua de carnaval, me organicé para ir a comer a casa de Selma y pasar con ella hasta la hora en que salimos.
Liliana, Bochi, Fredy y la Gom se fueron a pasear por Sitges - que también estaba muy carnavalero- y pasearon por todo el pueblo...
...y comieron de perlas en un restaurante la mar de agradable que había al ladito mismo de la playa. Hacía un solete buenísimo (no como estos días, que parece que estamos en algún remoto lugar de Escandinavia...)
Y el domingo, ahí sí que yo me sumé. Y nos fuimos de excursión de largo recorrido...Los 137 kilómetros (aprox.) que hay desde Vilafranca hasta Girona.
Nos dimos un buen paseo por allí. Girona mola. Es muy muy bonita.
Caminamos hasta llegar a la catedral, que quienes conozcáis la ciudad ya sabéis que es muy impresionante y está en lo más alto.
Of course, esas foticos de 'estuvimos allí' :-)
Y luego, fuimos bajando, por esas calles empedradas y de antiquísimos muros de piedra...
...fuimos bordeando el río Ter.
El río Ter tiene bastantes habitantes, gaviotas y patitos. :-)
Tiene también un puente hecho por Gustave Eiffel. Eiffel el de la Torre Eiffel de París.
Dato interesante es que el puente costó 22.500 pesetas en la época (cuando Fredy me hizo la traducción a euros me quedé pasmada...). ¡¡Tengo ahorros suficientes para construirme algunos puentes a ese precio!! :-)
Girona es también muy muy bonita vista desde los puentes que hay sobre el río.
Y entonces se nos ocurrió irnos a comer a Cadaqués, cuna de Salvador Dalí. ;-)
El trayecto fue un poco más largo de lo que nos pensábamos, y con mucha curva...(y el GPS que se ponía antipático) ;-P
pero al final llegamos...y Cadaqués se nos presentó, todo blanquito y con mucha luz (aunque el cielo estaba gris y había empezado a soplar viento y a hacer un poco más de frío).
Y nos acomodamos en un restaurante pequeñito que había al lado de la playa...Así de al lado, esto es lo que veíamos desde nuestra mesa.
Como ya no era realmente hora de comer, más bien de merendar, nos pedimos unos bocatas y unas raciones de patatas. Bocatas y patatas estaban ¡¡riquísimos!!
Y estuvimos teniendo una buena comida, charlando y riendo. El tema de conversación fue 'poner motes buenos (y con cariño) a la gente'. :-)
Antes de regresar, salimos a ver el mar, y escuchar las olas, discutir sobre la (corta) estatura de la estatua de Dalí que teníamos allí al lado y decir 'ay qué frío que está haciendo' :-D
Y, la verdad, ahora que ha pasado casi un mes desde que estuvieron aquí Liliana y Bochi, aún recordamos con más cariño su visita. Lo pasamos bomba con ellos.
A ver si nos volvemos a ver muy pronto, cuando ellos regresen a hacer un tour europeo chulo (porque gracias a ellos descubrimos rincones excelentes del mundo - como esas iglesias y pueblecitos italianos de los que traían fotos) o en Buenos Aires...
¡Un beso, Liliana y Bochi! ¡¡Hasta pronto!!
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