Tengo estas marionetas desde que era un microbio.
Me las compró Fredy en el Imaginarium cuando yo tenía poquitos meses. Me ponía en su falda y me hacía obras de teatro, con los personajes hablándome. :-)
Ayer rescaté al gallo Oscar, al dragón Rolando y a Caperucita y estuve organizando una función.
Os cuento una historia de mí con puchinelis: cuando tenía un año y un poquito, un día en Barcelona, en la calle había un grupo de teatro que hacía una obra de marionetas y (me han contado, porque yo no me acuerdo...) :-) nos sentamos a verla y yo estuve todo el rato aplaudiendo y bailando y emocionándome con el argumento.
Cuando la representación terminó, las chicas y los chicos que la habían hecho me regalaron unos juguetes porque les había hecho mucha gracia lo bien que me lo había pasado y lo atenta que había estado, y cómo había estado animando a los otros niños y niñas a aplaudir.
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