Como la Hermana Esperanza nos había dado tantísimas cerezas, se nos ocurrió probar la función para hacer mermeladas que tiene la panificadora y que aún no habíamos estrenado.
Vilma se ocupó de preparar las cerezas para ponerlas en el recipiente, donde estuvieron un buen rato revolviéndose e hirviendo y quedaron así...
Tenía muy buena pinta, pero a Vilma le pareció que necesitaban un rato más de cocción para estar listas, así que las tuvo al fuego un buen rato más.
Hasta que tuvimos lista la mermelada y la pudimos poner en botes.
Para desayunar, se la ponen en una tostada con un poquito de mantequilla y está ri-quí-si-ma.
Y ahora que Vilma nos ha enseñado cómo se hace, vamos a ir probando a ir haciendo mermeladas con más frutas. =D ¡¡Mejor que la de las tiendas!!
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