PIANOS AFINADOS Y HORARIOS DESAJUSTADOS

Hoy he tocado el piano para celebrar el día de la música. Otra vez, como el año pasado, en la Plaça del Campanar, donde la música suena que es una delicia.
Ahí tenéis el cartel...y mi nombre entre los músicos (abajo de todo) =D

Estaba nerviosa, nerviosa.
Iba dando vueltas de acá para allá...también impaciente esperando que viniera Marc, y un poco preocupada porque yo le había dicho que tocaría a las 8, pero había habido unos pequeños cambios de programa y, al final, se iba a adelantar mi actuación.

 Fredy me había traído de Barcelona una kokeshi-amuleto, para que me tranquilizase y saliera a tocar con el pulso firme y el oído afinado.

Ha habido que hacer una pausa cuando han empezado las campanadas de la iglesia a las ocho menos cuarto.
Yo confiaba en que habría tiempo para que llegaran Marc y Roser...pero al final no ha podido ser, he salido a tocar un poquito antes de las 8.

He tocado mis dos piezas, acompañada de Teresa, mi profe.
Además de que no había podido llegar Marc, seguíamos gafes...porque Fredy creía que la cámara estaba grabando...¡y no grababa! Así que esta actuación no ha podido pasar a la posteridad.
En fin...ahí estoy, agradeciendo los aplausos.

Y justo entonces, cuando ya nos íbamos...¡¡han llegado Marc y Roser!! Que venían con tiempo para llegar puntuales y poder verme. BRRRRR...¡qué rabia!

Me he quedado con ellos, para seguir escuchando música, y después ellos me han acompañado a casa (Roser me ha regalado una cajita de petardos para San Juan) =D, pero antes...unos fotazos haciendo carotas con Marc

 

Y una foto de grupo delante de una de las portadas de la basílica (arco de medio punto, pues: románico) para que Vilma se lleve de recuerdo, de la basílica y de Marc y Roser.