¡CON ESTOS PELOS!

El martes anuncié que me quería cortar el pelo y mi padre me dijo que hacía dos horas que había dicho que quería dejármelo largo, pero yo le dije que me lo había pensado mejor, que tenía calor y que lo quería más corto.
Así que como teníamos que ir al supermercado, y la peluquería nos queda de camino, ni corta ni perezosa, yo misma entré a pedirme hora para el día siguiente.
Me tuve que pegar un madrugón porque me dieron hora para las once y media. (A mí, que salgo de la cama a la una menos cuarto y porque no paran de darme la lata con que me levante).
Pero ahí llegué puntualísima...
Me lavaron el pelo...y cuando la peluquera me preguntó cómo lo quería de corto le dije que por arriba de la oreja, pero me recomendó que mejor un poco más largo, y le hice caso.
Recortó y me fui guardando algunos mechones (de souvenir).
Después me pusieron espuma y me secaron con el secador de dar volumen y me hicieron unas colitas.
Ahora estoy, como diría la tía Conchi: con todo el glam.