jueves, 30 de abril de 2009
LA LECCIÓN DEL CROISSANT
A veces, una cosa que primero parece una cattastróffe (que se pronuncia como lo decía el señor Sabatini en aquel capítulo del horno de pizza de Bob El Constructor) culmina en algo inesperadamente fenómeno.
Resulta que hoy yo había pedido de merienda un croissant de pastelería. Como mi favorita, la Martí, está al lado de casa y abre justo a las cinco, pues la Gom me lo va a buscar a otra pastelería de camino al cole.
Fredy tenía que salir a hacer un recado y como el sitio quedaba de camino para el cole, han salido juntos.
La Gom iba confiada que Fredy llevaba dinero en su monedero, y Fredy iba confiado que la Gom llevaba dinero en su monedero.
Y se han dado cuenta que no reunían juntos ni veinte céntimos en calderilla cuando estaban haciendo cola en la pastelería.
El reloj de la iglesia tocaba las cinco, el cajero que hay de camino al cole resulta que está cerrado porque están reformando la sucursal... ¡¡Yo sin merienda!!!
La Gom ha salido corriendo a buscarme ( y diciendo por lo bajo que Fredy era un desastre; Fredy debía ir diciendo por su lado que la Gom era un desastre también) y cuando ha llegado al patio me ha dado sólo el zumo de naranja, y a Marc uno de melocotón...y le ha dicho a Antònia que ya nos alcanzaba de camino a la escuela de música porque cuando dejase a Marc en el zig-zag iría al cajero (el más cercano era el de la rambla)...
Y bueno... al final la Gom y Fredy se han reencontrado por la calle cuando Fredy volvía de su recado, han ido al cajero y han desandado camino para ver si nos encontraban a Mary, Irene y a mí con Antònia hacia la escuela.
La Gom ha entrado en una pastelería y estaba hasta arriba de gente...así que ha enfilado a toda pastilla calle arriba hasta la panadería Mir donde nosotros hasta ahora creíamos que sólo se hacía la mejor coca del mundo, y me ha comprado un croissant...que estaba ¡¡BUENÍSIMO!!!
Todo un descubrimiento al paladar.
Fredy se ha quedado con las ganas de merendarse uno (todo el rato ha ido pellizcándome trocitos).
Así que lo que amenazaba como una tarde de desastre y prisas sin merienda, al final ha concluido disfrutando una meriendilla excelente...y hemos llegado puntuales a la escuela de música y todo. ¡¡¡¡PERFECTO!!!
Y para despedir abril... ¡esta linda cancioncilla! :-)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario