
Pero...hemos preparado las velas para que Fredy haga su deseo y las sople después de cenar. Ha habido un menú especial: para mí, tortilla de patatas (¡ñam ñam!) y para ellos, unos tallarines con sepia y salsa de soja. Como os digo siempre: mi padre es un chef.
He ayudado a Fredy soplar las velas con el número 42.
y...ya puestos...pues como se podían pedir deseos, les he pedido si me las encendían otra vez y así yo pedía uno... ;-)
Aclaro: me las han encendido, pero primero me he empeñado en encenderlas yo pero me he llevado un sustazo.
No me he quemado pero aquí va una recomendación importante: ¡¡¡muchísimo ojito con las cerillas!!! ¡Son peligrosas!
El regalo se lo compraremos en Barcelona el viernes: una camiseta.
Hoy le hemos dado besos y abrazos...
¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLE, FREDYYYYY!!!!!!
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