Hoy a mediodía nos hemos ido a buscar a Hèctor a su casa. Hace días habíamos apuntado el día 7 de septiembre para que fuera un gran día y pasarlo juntos entero, también para dormir.
Nos hemos venido volando para casa. Hèctor ha traído unas patatillas fritas y unas olivas para que nos hiciéramos un buen vermut privado.
Luego, el plato que nunca decepciona, el que siempre está buenísimo: una pasta con tomate. Fredy y La Gómez, como Hèctor es invitado especialísimo, han puesto la mesa en el cuarto de los libros y han puesto velas...todo elegancia y distinción para degustar ese manjar. :-)
Lo bueno ha sido que por la tarde ha venido también María. Hemos estado un buen rato jugando en casa y luego nos hemos bajado con las bicis al parc de Sant Julià.
Estamos apurando los últimos días de verano con energías. Ahí hemos vuelto a tumbarnos en el supertazón bien a gusto.
Lo malo es que he tenido un accidente supertazonero cuando unas tontas se han puesto a empujar con un montón de fuerza y cuando estabamos columpiando los de estalella y estaban cantando insoportables 'no mola, no mola' . Y yo voy y me caigo y luego encima el supertazón me ha dado en la cabeza. Me he enfadado y me pensaba que me había hecho daño en la rodilla, pero luego resulta que no me he hecho nada...(pero claro, con el susto, yo me pensaba que me había pelado la rodilla del todo...y estaba sangrando, y me tendrían que poner una venda y un montón de tiritas...).
Pero en fin...que eran unas petardas y me he caído por su culpa.
Además de supertazonear, hemos estado de bicicleteo sobretodo.
Empieza a hacer fresquito pero se estaba muy bien en el parque a medida que iba oscureciendo.
Nos hemos ido a pasar un rato saltando en la mini cama-elástica, haciéndonos fotos mientras saltábamos.
Con las acrobacias, me he vuelto a caer (como ilustra la imagen: ahí estoy, suspendida en el aire antes de sucumbir a la gravedad y volverme a dar un golpazo)...
(La verdad es que hoy he tenido un día que vaya vaya...porque primero en casa se me había caido una tabla encima del pie, y me he tenido que poner hielo. Por cierto, que el pañito con cubitos de hielo para que no se me hinchara se me ha olvidado llevarlo a la cocina después de quitármelo y cuando me he acordado ya había dejado empapado medio sofá...).Pero al final he recuperado la movilidad sin más riesgos para mi integridad física y hemos estado dando una buena tanda de saltos.
De vuelta a casa, hemos invitado a María a cenar.
Menú: el habitual y favorito para nuestros comensales. Patatas fritas, nuggets, barritas de pescado y para María, salchichas.
Después, un buen rato jugando, haciendo una pelea de lucha libre. Hèctor era el arbitro. Se ha formado un poco de lío y al final nos estábamos pegando un poco de verdad...pero...lo hemos pasado bomba.
Y cuando se ha ido María... A ponernos el pijama, telecita con el dvd de Bob Esponja y ¡¡a dormir!!
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